¿Cuántas razones hacen falta para suicidarse?
A Hannah Baker, la protagonista de Por 13 razones (serie que lleva por título original 13 reasons why), le hicieron falta nada más y nada menos que 13 motivos para apartarse (in)voluntariamente de un mundo en el que creyó no encajar.
Consideración del suicidio como fenómeno social
Émile Durkheim, sociólogo y filósofo francés a quien se le considera uno de los padres de la Sociología, en su libro El Suicidio (1897), calificó por primera vez el suicidio como un hecho social, contradiciendo las concepciones moralistas y psicológicas de aquella época que situaban esta acción en el epicentro de los actos más individualistas de los sujetos: el suicidio tenía una razón social, no individual.
Esta dimensión social del suicidio, que rara vez se muestra de forma tan explícita en medios de comunicación, se pone de manifiesto de una manera formidable en la primera temporada de Por 13 razones, conjugando perfectamente los diversos factores de la compleja realidad que rodea a la protagonista.
Crítica que la serie hace al bullying, como un arma capaz de destrozar personas, y al machismo
Lo que podría parecer una serie para adolescentes, se ha convertido en una serie de gran impacto gracias a su crítica social basada, eso sí, en vidas de adolescentes, pero dirigida al público general y, a lo que se debería añadir, de obligada visualización en todos y cada uno de los institutos. Una serie en la que cada episodio debería dar lugar a un debate serio y crítico – en clase, entre amigos, con la familia – para ser conscientes de que no somos individuos aislados, sino que afectamos y nos vemos afectados por el entorno, y que la más mínima acción puede tener consecuencias nefastas en otras personas.
Sin ánimo de destripar la serie, es necesario remarcar la crítica brutal que ésta hace al bullying, como un arma capaz de destrozar personas, y al machismo, éste último posiblemente más patente en los primeros episodios, pero sucede que, tan real como la vida misma, este queda diluido de alguna manera conforme avanza la trama, fruto de la costumbre, de ver cómo se inserta de manera tan natural en la vida cotidiana que ya casi ni lo reconocemos, a no ser que se nos manifieste en forma violación.
Quedan perfectamente reflejados los círculos de poder construidos en torno al deporte (masculino), cómo aquellos que lo practican tienen autoridad hasta el punto de resultar impunes a diversos actos delictivos, y cómo aquellos que no lo practican quedan excluidos/marginados de ciertos ámbitos sociales. ¿Qué pasa con éstos que no se mueven en los círculos de poder? Quizás, si ves la serie, puedas responder a esta pregunta, y seguramente también respondas a qué tipo de joven es el que colecciona armas de fuego; lo que hace con ellas supongo… tendremos que esperar verlo en la segunda temporada.
No somos individuos aislados […] y la más mínima acción puede tener consecuencias nefastas en otras personas
Con total seguridad se están planteando demasiadas preguntas, pero también posiblemente no las suficientes para empezar a peguntarnos qué es lo que lleva a las personas a hacer las cosas que, inexplicablemente, hacen. Deberíamos de empezar a dar más importancia al papel que cumple la sociedad en las decisiones que tomamos y ser conscientes de cómo nos influye, y también de que formamos parte del entramado social, por lo que todos somos parte del problema – o de la solución.
Dejando a un lado la ficción – no tan ficticia – que nos trae una serie como Por 13 razones, no deberíamos pasar por alto hechos recientes como el suicidio de una adolescente trans en España en los días pasados, parece ser, porque no pudo sorportar tanta presión social a la cuál se vio sometida.
¿Cuánta carga puede soportar una persona antes de decidir acabar con su vida?, o más bien ¿por qué debería soportar una carga de ese tipo? Podrían parecer preguntas un tanto controvertidas e incómodas, y seguramente lo son, ese es el objetivo, pues es precisamente hoy más que nunca cuando éstas deben de ser motivo de reflexión.
Desgraciadamente, poca relevancia se pone aún en la dimensión social de esta clase de sucesos, en las causas sociales del suicidio; esperemos que series de este tipo nos hagan replantearnos la realidad de una forma diferente.
Muy buena reflexión a una situación, q como has dicho resulta incómoda y hace q miremos a otro lado, porque poner la lupa en estos comportamientos,hace q nos planteemos la falta de valores con los q se esta educando, educación en la q innegablemente participamos en mayor o menor medida